Con la aplicación Globe Observer –disponible para dispositivos Android e iOS– las personas pueden convertirse en científicos ciudadanos del planeta y así contribuir a hacer frente a este flagelo, que se ha cobrado varias vidas en los últimos meses.
En Paraguay, la epidemia del dengue encendió la alerta de todo el sistema sanitario y a la ciudadanía en general, que ya se organizó para llevar adelante varias mingas ambientales con el objetivo de reducir los posibles criaderos del mosquito transmisor de la enfermedad.
Conscientes de esta situación, el Benjamin Franklin Science Corner, dependiente de la Embajada de los EEUU; junto con la Sociedad Científica del Paraguay y referentes del programa Aprendizaje y Observaciones Globales en Beneficio del Medio Ambiente (GLOBE, por sus siglas en inglés) de la NASA, trabajan en un proyecto que tiene como objetivo capacitar a docentes y estudiantes de distintos puntos del país en la utilización de una aplicación que permita reconocer el hábitat de los mosquitos, las zonas con mayor riesgo de infestación larvaria y las especies a las que corresponden.
Con los datos recabados y enviados a la plataforma de la NASA, se pretende realizar una investigación que posibilite a las autoridades nacionales crear políticas públicas adecuadas para eliminar la problemática.
La aplicación Mosquito Habitat Mapper de Globe Observer está diseñada para asistir a los científicos ciudadanos en el seguimiento del rango y dispersión de mosquitos que potencialmente pueden transmitir enfermedades, como el dengue, Zika, chikungunya y otras”, explicó Claudia Rodríguez, coordinadora del Benjamin Franklin Science Corner y de la Sociedad Científica del Paraguay.
Claudia, quien también es asistente de coordinación del proyecto Globe Zika Education and Prevention –departamento liderado por la Dra. Antonieta Rojas de Arias–, contó que el primer paso para utilizar la aplicación es completar los datos solicitados y luego seleccionar el protocolo Globe Mosquito Habitat Mapper para proceder con el primer reporte.
Por otra parte, Agatha Bóveda, bióloga y master trainer en protocolos de mosquitos del Programa Globe, señaló que estos insectos se reproducen en aguas quietas, en charcos, plantas, basuras, recipientes de almacenamiento, así como en cualquier otro lugar donde haya agua estancada. De allí que utilizando la aplicación se puede documentar en dónde se encuentran las larvas.
Si se desea profundizar más en el hallazgo, con una taza, una jeringa u otro recipiente, se pueden tomar muestras del agua, fotografiar las larvas con una lupa y luego responder una serie de preguntas para averiguar si los mosquitos que se reproducen en el sitio se encuentran entre las especies que generalmente transmiten enfermedades.
El último paso consiste en eliminar el sitio de reproducción vertiendo o tratando el agua. “Hay especies de mosquitos que transmiten enfermedades muy peligrosas y cualquier iniciativa que ayude a controlar su propagación es un esfuerzo por la salud de la comunidad”, enfatizó la bióloga.
El desafío. Este año, el Benjamin Franklin Science Corner continuará con su ciclo de capacitaciones a instituciones educativas en el uso de la aplicación. En este contexto, se prevé realizar una campaña que premie al colegio que consiga subir la mayor cantidad de datos a la plataforma de la NASA.
En cuanto a los planes inmediatos, Claudia comentó que en los próximos días visitarán el Anfiteatro del Lago de la República, en Ciudad del Este, para tomar fotos y muestras del lugar previo al concierto que se tiene programado en el día y otras imágenes posteriores al mismo. Con ello se pretende identificar los criaderos de mosquitos que se producen tras un encuentro masivo y darlos a conocer para que la ciudadanía tome consciencia del impacto que generan sus actos en esta epidemia. Esta acción es solo una de las muchas que planean desarrollar durante el 2020 con miras a recolectar muestras que sirvan para que a fin de año se presente un informe completo que refleje el panorama de las enfermedades que pueden ser transmitidas por mosquitos. “Lo que queremos es que la gente se involucre en la ciencia. No hay país alguno que salga adelante sin inversión en la ciencia”, puntualizó Agatha.
Pasos a seguir
1. Identificar potenciales hábitats de mosquitos: Encontrar fuentes de agua - naturales o artificiales– que contengan larvas de mosquito. Reconocer y fotografiar estos hábitats.
2. Muestreo y conteo: Utilizar una taza, jeringa de bulbo u otro contenedor para obtener una muestra y contabilizar el número de larvas.
3. Identificar el tipo de larva: Seleccionar una larva representativa para hacer fotos de primer plano para identificar su género. Esto requerirá de un equipo especializado, tal como un microscopio o lentes macro adheridos.
4. Eliminar: Derramar el agua o cubrir la fuente de agua con una tapa o red, si es posible para eliminar el hábitat de cría.