Niños que enseñan a otros niños, es la propuesta de aprendizaje que la Fundación Superniños implementa en Coronel Oviedo para combatir el bajo nivel de educación escolar infantil.
¿Alguna vez te haz preguntado acerca del poder que tienen los niños para generar grandes cambios en la sociedad? Desde la Fundación Superniños sí lo hicieron, y vieron en ellos la energía, la voluntad y el cariño suficientes para impactar en la vida de otras personas, especialmente en un aspecto tan delicado como lo es el aprendizaje. “Creemos en el poder de los niños” es la premisa que hoy mueve a más de 50 pequeños que se han convertido en “Niños profes”.
La Fundación Superniños nació, a partir de la visión que tuvo Estee Katcoff, ex voluntaria del Cuerpo de Paz, en torno a la problemática del bajo nivel de educación escolar infantil. “Ella terminó su periodo de voluntariado en la ciudad de Coronel Oviedo y, al volver a los Estados Unidos, lo hizo con la esperanza de regresar a Paraguay con lo necesario para crear una organización que ayude a los niños más vulnerables, que aún no saben leer y escribir”, relata Aliana Ortiz, Directora Ejecutiva de Superniños.
Estee pudo cumplir con su objetivo y a inicios del 2018 arrancó con un proyecto piloto denominado “Zero Violencia”. A través de este programa se inició una serie de trabajos en distintas escuelas del distrito; se llevaron a cabo charlas enfocadas al desarrollo que abordaban temas como la autoestima, liderazgo, resolución de conflictos, entre otros. Y para junio del mismo año se sumó el proyecto Niños Profes.
Niños Profes consiste en la preparación y formación de niños de distintas escuelas de Coronel Oviedo, para que estos puedan enseñar a otros niños del primer y segundo ciclo a leer y a escribir, mediante métodos fáciles y divertidos.
“Puede no parecer algo muy grande si no se conoce la situación vivida en las instituciones educativas del país. En las escuelas en las que trabajamos, hay chicos del sexto grado que a duras penas hablan castellano, y no leen casi nada. Ni hablar de grados inferiores”, señala Aliana.
Mediante las charlas, enseñanzas, refuerzo de escritura/ lectura y demás actividades en escuelas y comunidades de la ciudad, han logrado impactar positivamente en la vida de cientos de niños. “Durante febrero de este año, en una de nuestras actividades, realizamos junto con 75 niños profes, safaris de lectura y enseñanza, casa por casa, en el barrio Primero de Marzo. Solamente ahí, logramos llegar a cerca de 300 niños de dicha comunidad. Y ese fue solo el inicio del programa”, puntualiza.
Aprender y divertirse. Bajo la premisa de que los niños aprendan y se diviertan en el proceso, implementan una estrategia distinta y muy efectiva. Los niños son instruidos con distintos métodos, fáciles y divertidos en varios aspectos como: ganar la confianza de los alumnos, leer cuentos y enseñar letras mediante formas, sonidos y juegos. Además, se establecen parámetros para la enseñanza efectiva; y entre ellos el más importante es el cariño.
En cuanto a los beneficios del programa, estos no residen sólo en los alumnos, sino también en las escuelas; ya que, muchas veces, a los/as docentes les cuesta brindar una enseñanza individualizada a los estudiantes que aún no alcanzan el mismo nivel que sus compañeros.
También enfatiza en que los niños profes desarrollan aptitudes para la vida. “Los cambios positivos que ellos experimentan, y que son notorios para los demás, son monumentales. Además del significativo progreso en ortografía y lectura, fortalecen su autoestima, son más desenvueltos, crecen en valores, desarrollan empatía y capacidad de crítica”, indica. Mientras, asegura que también aprenden a dar la mejor versión de sí mismos cuando entienden que pueden cambiar la vida de otros.
Niños líderes. Enfocados en concretar uno de sus principales valores: “Creer en el poder de los niños”, desde la fundación buscan inspirar a los pequeños a ser agentes de cambio en sus comunidades. “Creemos firmemente que ellos tienen las habilidades, la energía, el cariño y las ganas para poder cambiar el mundo a partir de su niñez; siendo líderes y agentes de cambio desde el presente”, asevera.
Durante el primer año del programa, se contó con 11 niños profes. Este año, se acrecentó la cantidad y, por lo tanto, llegaron a más escuelas, y niños beneficiados. La expectativa para el próximo año es seguir creciendo en cantidad de niños profes y escuelas alcanzadas. Incluso, apuntan a expandirse a otras ciudades como Caaguazú, y de esta manera lograr que la repercusión sea mayor.
“A partir de este año, la organización realiza su llamado oficial para funcionarios permanentes ya que, durante el 2018, fueron temporales. Recientemente, se llevó a cabo la postulación vía web y, para el día de la entrevista, asistieron cerca de 200 jóvenes y adultos”, comenta. Actualmente, son siete los miembros de la ONG, además de la fundadora. Está compuesta por una directora, una coordinadora, y seis facilitadores; “sin olvidar a los 52 niños profes, quienes son los que hacen posible todo esto”, recalca.
Cobertura país. En lo referente al gran sueño que persiguen, menciona que sueñan con el día en que la Organización Superniños se expanda a todo el país. “Que el programa se ejecute en muchas más escuelas y comunidades, y que los niños de todo el Paraguay puedan ser partícipes de la búsqueda de una mejor educación”, finaliza.