Pese a una “tormenta perfecta” que embistió al país y arrojó resultados negativos para los principales agentes económicos del mercado, la economía nacional se muestra resiliente ante el cambio en el ritmo de crecimiento y espera un 2020 mejor. Así lo expresa, Liana Caballero directora del Banco Central del Paraguay.
Comprometida con la misión de encaminar a la economía nacional hacia el desarrollo y el pleno aprovechamiento de su potencial, Liana Caballero asumió una de las bancas del directorio del Banco Central del Paraguay en abril pasado y desde entonces busca contribuir con los conocimientos y la experiencia ganada en su paso por las distintas áreas de la institución.
¿Qué representa ser la primera mujer en ocupar un puesto dentro del directorio?
Realmente es un orgullo, más aún por ser de la casa. Soy funcionaria de la institución desde hace 12 años e inicié como pasante mucho antes. También es una gran satisfacción, porque la institución apuesta al mérito, la trayectoria y la formación académica. Lo que es un mensaje alentador.
¿Cuáles son los retos que conlleva este nuevo rol?
En lo profesional, reside en estar a la altura de un directorio técnico como el que está formado actualmente, y -por sobre todo- ante los desafíos de un mercado exigente y en constante cambio. Por otro lado, encontrar el balance entre lo personal y profesional en un cargo de responsabilidad como el que hoy me toca ejercer.
Y como directorio. Como directorio, estamos comprometidos a seguir brindando una buena gestión y a mantener la institucionalidad con la que se ha manejado el Banco en los últimos años. El Banco Central del Paraguay logró un estatus, que no ha sido fácil alcanzar y mantenerlo es todo un desafío. Para lograrlo, un ingrediente fundamental, es que los cargos en el Directorio estén ocupados por profesionales técnicos e idóneos. De esa manera se protege la institucionalidad y se da continuidad a los logros obtenidos.
Es importante mencionar que la institucionalidad se construyó a lo largo del tiempo. Los principales logros obtenidos en los últimos años son la meta de inflación y la supervisión basada en riesgos. Nuestro compromiso es brindar los elementos y las mejores prácticas para contribuir al proceso de estabilidad financiera y preservación del valor de la moneda.
¿Cómo ha evolucionado la economía nacional en los últimos años?
En los últimos 16 años aproximadamente, la economía ha tenido un crecimiento del 4,4% anual promedio. Fue uno de los más altos de la región, superado solamente por Perú y Bolivia. En términos de inflación, logramos mantener e incluso bajar la meta. Ahora bien, para hablar de desarrollo económico, el crecimiento es fundamental, pero solo es la base, hay que sumarle las políticas públicas.
En este aspecto, es donde aún falta un cambio de pensamiento. Las políticas públicas que apuntan al desarrollo deben trascender más allá de un gobierno y atender aspectos fundamentales, ya sea educación, salud, infraestructura, entre otros. Hay que entender que no hay un efecto inmediato, sino que es un objetivo a largo plazo.
De igual manera, si hoy se puede debatir entorno al desarrollo es porque las bases macroeconómicas están fortalecidas. Creo que Paraguay está suficientemente maduro para seguir avanzando.
¿Se puede hablar de una diversificación de la economía?
La economía pasó de ser netamente agrícola, a encontrarse en un proceso de industrialización. Hoy tenemos industrialización de materias primas en varios sectores, lo que es sumamente valioso porque ayuda a paliar los “shocks”- tanto internos como externos- y aportan valor agregado a la economía. Ese es el camino por el que debemos continuar para no resentir tanto los embates e ir potenciando todos los sectores.
Mencionó ciertos shocks, ¿cómo afectó esto a la realidad económica actual?
Estamos en un año bastante complicado, con shocks externos e internos. A nivel global, podemos mencionar la guerra comercial entre China y Estados Unidos, el efecto del Brexit en la Unión Europea, que ralentizó ciertos sectores. Además de las proyecciones de crecimiento menores para estos países.
Por otro lado, a nivel regional, Argentina que no termina de sorprender, con una economía en incertidumbre y resultados desalentadores. Brasil que tampoco llega a despegar. Todo esto genera que la demanda externa de productos paraguayos caiga y repercuta en la cadena de valor que existe detrás.
Como pocas veces, se vivió en el país los efectos de golpes internos tales como: los cambios climáticos que influyeron en la producción agrícola y ganadera, así como a las binacionales. Fue un triple shock de sequía, inundaciones y la merma del cauce del río. Todo esto contribuyó a una disminución en los resultados y generó un grado de ralentización en el ritmo de crecimiento que mantenía nuestra economía.
Sin embargo, en este segundo semestre del año se observa un desenvolvimiento favorable. El Indicador Mensual de la Actividad Económica del Paraguay (IMAEP), correspondiente al mes de agosto, arrojó una variación positiva siendo el crecimiento interanual del 0,8%. La situación está mejorando.
En cuanto a la fluctuación cambiaria, ¿cómo se encuentra Paraguay respecto a la suba del dólar?
La cotización del dólar es una variable de ajuste que responde a las condiciones de mercado. Para contribuir a una reactivación económica, bajamos la tasa de política monetaria cinco veces. Por otro lado, nuestro objetivo principal es mantener la inflación en niveles bajos y estables. Conforme al Informe de Política Monetaria, la proyección de inflación para el 2019 se redujo de 3,7% a 3,2%.
No podemos predecir a qué valor llegará el dólar, pero si afirmar que nuestra depreciación está en línea con la región y las condiciones de mercado. La variación interanual es del 7,36%, mientras que la acumulada es del 7,27%.
¿Qué sucedió con el factor de inversión extranjera directa?
Paraguay logró un grado de previsibilidad, en base a índices macroeconómicos, pero también se necesitan incentivos jurídicos. Debemos mostrar al mundo un país serio, con mejores políticas públicas y transparencia jurídica. Son factores a mejorar para una mayor atracción de inversiones.
Nuestro sistema financiero, ¿en qué condiciones se encuentra?
Tenemos un sistema financiero nacional bastante sólido, tanto bancos como financieras que son entidades bajo nuestra supervisión. Vemos tasas de morosidad del sector bancario relativamente bajas (3,06% en promedio) así como indicadores de solvencia que superan con holgura los mínimos regulatorios establecidos del 8% y 12%.
Creo que necesitamos avanzar hacia un mercado de dinero más desarrollado, en el que los mercados que lo integran interactúen y se desarrollen conjuntamente, lo cual impulsará el crecimiento y desarrollo económico.
En este sentido, por ejemplo, nos encontramos trabajando en una plataforma tecnológica que interconecta la base de datos y herramientas digitales del BCP con la Bolsa de Valores y Productos de Asunción para compartir información y transacciones. También estarán unidas al sistema electrónico de pagos, SIPAP, que es administrado por el Banco Central del Paraguay. Su lanzamiento está previsto para el año que viene.
Cabe mencionar que en Paraguay necesitamos sumar plataformas tecnológicas para seguir avanzando, generar mayor mercado y acompañar el desarrollo de todo el sistema financiero.
En base a esta realidad, ¿qué resultados se espera para el cierre del año?
En julio pasado tuvimos una proyección del 1,5% de crecimiento del Producto Interno Bruto, con el último análisis ha sido reducida al 0,2% en respuesta a las condiciones de mercado mencionadas anteriormente. Tanto la oferta, los resultados de sectores importantes y la demanda, muestran un menor crecimiento.
Con relación al 2020, ¿cuál es la visión a largo plazo?
Por la misma naturaleza del comportamiento económico y los niveles alcanzados, para el año que viene, se espera un rebote económico. Al cerrar este 2019 con una base bastante baja, el año que viene estaremos creciendo, siempre y cuando ciertas condiciones se den. Nos espera un año mejor.
En caso de que se vuelva a dar una coyuntura similar a la de este año, ¿cómo debemos prepararnos para afrontarla?
Para fortalecer nuestra economía es necesario cuidar cuatro pilares principales: 1) La política monetaria: guardando la institucionalidad y la independencia. Es muy importante que
el BCP sea independiente, y que existan perfiles técnicos dentro del directorio; 2) La Política Fiscal: necesitamos cumplir las reglas de responsabilidad fiscal -presupuestariamente hablando- que el Congreso apruebe y respete el Presupuesto General de la Nación presentado por el Ministerio de Hacienda. 3) Tipo de cambio: debe ser libre y fluctuante. 4) Estabilidad financiera: contar con un sistema financiero sólido y en constante desarrollo.
Perfil
Miembro Titular del Directorio del Banco Central del Paraguay.
• Economista por la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”. Año 2005.
• Maestría en Economía en la State University of New York. Becada por la Fulbright. Año 2009.
• Diplomado en Didáctica Universitaria en la Universidad Americana. Año 2011.
• Ejerció cargos como gerente de Mercados, gerente de Desarrollo y gestión Institucional, jefa de Gabinete del Directorio; economista local en la Oficina Representativa Residente del Fondo Monetario Internacional; jefa de División de Deuda Externa e Integración Económica, y analista del Departamento de Cuentas Nacionales y Mercado Interno del Banco Central del Paraguay.
• Docente en cursos de grado en la Facultad de Ciencias Contables, Administrativas y Económicas de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, en las cátedras de Introducción a la Economía, Teoría Económica I y II, Economía Internacional y Teoría de la Dinámica Económica.