Para llegar a la cima se necesita una gran dosis de intuición. En este caso Chiara Capdevila tiene la femenina, con el agregado de un toque de audacia y responsabilidad, que hacen que todo prospere y que sus metas se cumplan.
Todos los espacios son de luz en su oficina. Allí destaca el orden y se aprecian obras de arte. También se nota que ella es muy estricta consigo misma en cuanto al respeto hacia sus colaboradores, al punto que llega el mediodía y todos sus empleados dejan sus labores y salen para almorzar. Durante ese momento, Chiara Capdevila no se permite ni una llamada, aunque las circunstancias lo exijan.
Su hoja de vida profesional tuvo su inicio tras un comentario que despertó su interés. “Un día, la señora que trabajaba en mi casa nos comentó que, en otra residencia, donde ella también prestaba servicio, había una máquina que hacía botellitas. El dueño era un uruguayo que tenía intenciones de volver a su país y por eso necesitaba vender el equipo”, relató.
El deseo de tener un negocio propio le permitió visualizar la oportunidad que tenía enfrente, por lo que prestó mayor atención a lo que estaba escuchando. “Creo que es un negocio muy bueno”, apuntó la señora y esto incrementó aún más el interés de Chiara.
Con la decisión ya tomada, dedicarse a la industria, Chiara se presentó ante sus padres para pedirles el capital. La primera respuesta fue negativa, a pesar de que llegó con una idea concreta: Capdeplast. Sin embargo, esto no la hizo desistir, investigó, hizo un estudio de mercado y de factibilidad antes de volver a hacer su petición y esta vez ser escuchada, pese a que la idea del negocio no sonaba del todo convincente, más que nada por la escasa experiencia que tenían todos en el ámbito industrial.
Esa incipiente empresaria, jamás hubiera imaginado que dos años después se convertiría nada menos que en la presidenta de la UIP Joven (2010) y que con su gestión lideraría el proceso de transformación del gremio, involucrándose directamente en las tareas de capacitación a jóvenes emprendedores y dando apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas. Hoy, continúa como miembro del directorio del gremio, aportando ideas para el fortalecimiento del sector y es referente de la industria nacional.
Dosis equitativas de audacia y responsabilidad constituyen las características que describen el perfil de la empresaria, una joven a la que le motivan los desafíos y llegar a las metas que se propone en el día a día.
Fruto de esta disciplina adquirida desde pequeña y de su visión para los negocios, hoy Chiara es propietaria de dos conocidas empresas: Capdeplast y Desingel. La primera se aboca a la fabricación de botellas de plástico de diferentes tamaños, formas y colores; mientras que la segunda se especializa en productos de cuidado personal.
Ambas empresas funcionan en la ciudad de Limpio y están separadas en unidades de negocios. Por un lado, la fábrica de plástico y por el otro los laboratorios y línea de producción de la marca Desingel. Su estratégica ubicación permite que esta producción pueda llegar a todos los rincones del país como marcas líderes en sus respectivos segmentos.
“La sinergia de equipo nos permitió crecer como empresa y emprender nuevos proyectos. Hoy estamos afianzados en el mercado, ofreciendo productos de alta calidad”, señaló.Agregó que la ética y la responsabilidad empresarial son valores fundamentales para el crecimiento sostenible a largo plazo.
Productos. Consolidada en el rubro y con la calidad que la caracteriza, Capdeplast lleva una década marcando tendencias en la fabricación de botellas de plástico, de las más variadas formas y colores, que según la materia prima pueden ser azules, verdes, blancas, e incluso transparentes. El objetivo que se trazan en la compañía –desde que uno ingresa a ella hasta que termina con el producto solicitado en las manos– es brindar el mejor servicio a sus clientes.
Gracias a la tecnología con que cuentan, también pueden etiquetar las botellas y hasta venden tapitas de varios tamaños, formas y colores, de manera que los clientes reciban los envases listos para cargarlos y comercializarlos. Esto da un valor agregado, atendiendo a que hoy, el tiempo es un bien preciado dentro de los negocios.
Las empresas acuden con su diseño propio a Capdeplast, que trabaja con matriceras externas para fabricar el envase de acuerdo a lo solicitado por los clientes. Por lo general prefieren botellas personalizadas con un logo y modelo distintos al resto de sus competidores, ya que solo así se logra la fidelización de los consumidores.
“Una empresa solicita un modelo y en ese momento nuestro equipo de profesionales se encarga de recepcionar el pedido y confecciona la matriz. Tenemos muchos clientes con los que hemos cerrado acuerdos exclusivos de fabricación”, explicó la licenciada en Contabilidad, quien se muestra orgullosa de haber vencido barreras.
Sin dudas, en este lapso el crecimiento de la firma fue exponencial, tanto en producción como en talento humano y en tecnología. Este es el claro ejemplo de cómo una idea puede transformarse en un negocio modelo. Y pensar que, en sus inicios, Capdeplast contaba con una pequeña cartera de clientes, en su mayoría dedicados a la producción de agua mineral, que el empresario uruguayo le había legado a Chiara al venderle la máquina.
Su condición de joven mujer no fue un impedimento para llevar con solvencia el timón de su propia empresa con tan solo 22 años y conseguir destacarse dentro de un mundo industrial competitivo, complejo y tradicionalmente dirigido por hombres.
Sobre el punto, Chiara dice que esta percepción “va cambiando paulatinamente y el desafío es conciliar y valorar las habilidades de cada uno en base al respeto”. Recuerda que uno de los primeros retos que enfrentó Capdeplast en sus inicios fue la temporada invernal que, sumada a la crisis económica del 2009, desequilibró por completo su producción. Esto hizo que se preguntara con cierta preocupación cómo sortearía esa estación en la que la demanda de agua mineral disminuyó vertiginosamente.
Para sorpresa suya, fueron abriéndose nuevos nichos que le permitieron sobrellevar la dificultad. Así aparecieron empresarios que vendían miel de abeja y alcohol en gel, productos demandados en gran medida en época de invierno. Esto le permitió nuevas oportunidades para diversificar clientes de acuerdo al mercado.
Así, de generar envases para agua mineral pasó a proveer a los que vendían miel de abeja, así como aceite, vinagre, hasta llegar al alcohol en gel y a los perfumes. Este hecho posibilitó equiparar los niveles de producción y repuntar el negocio y con ello ampliar su portafolio, comprar nuevos equipos y contratar a más colaboradores.
Nuevo jugador en el mercado industrial. En el 2015, Chiara adquiere las acciones de la empresa Desingel, que en aquel entonces solo se dedicaba a la venta de alcohol en gel. Gracias a su audacia, no pasó mucho tiempo para que la diversificación de productos sea una realidad.
Así surgió una gama de productos de higiene personal de alta calidad, entre los que se destacan loción hidratante, jabón líquido, gel de ducha y baño, ablandador de cutículas, aceite capilar y corporal, alcohol rectificado, alcohol en gel, esponja quitaesmaltes y también la línea Desingel Baby, compuesta por champú y colonia.
“En Desingel tenemos una cultura empresarial observadora del consumidor, lo que nos obliga a innovar la propuesta de productos de manera constante”, refiere Chiara. Agrega que esto se da en mayor grado al ser productos vinculados con la higiene y la salud, puesto que los requisitos son siempre elevados.
Metas. En los últimos años, la dinámica en el rubro de cosméticos en Paraguay creció, al igual que la exigencia de los consumidores por adquirir productos de características específicas, como por ejemplo que contengan menos ingredientes químicos y/o que generen menos contaminación. En este contexto, Chiara afirma que le apasiona investigar, invertir en nuevas tecnologías de producción, explorar nuevos insumos y diversificar los productos, lo que le garantiza un crecimiento constante.
“Estos son factores que sin duda han hecho evolucionar la industria de belleza y que representan una gran oportunidad para las de nuestra escala”, afirma. En este sentido, agrega que entre sus planes se encuentra la diversificación de las líneas propias y también la fabricación para terceros con marca propia.
En lo que se refiere a los plásticos, el principal reto es generar conciencia en el reciclado o reutilización luego del uso. Si bien es sabido que aún no se ha encontrado un sustituto para este material especialmente los envases, el cual es su principal negocio, como empresa están buscando alternativas de compuestos y apuntan a ser pioneros en la utilización de materiales más amigables con el medioambiente.