En el 2013 estudiantes que encontraron su pasión en el cuidado de los recursos naturales, salieron de las aulas para palpar la realidad de uno de los parques nacionales más populares del país e impulsar acciones en beneficio del lugar. Hoy, como hacendosos profesionales, replican el modelo con el objetivo de llegar a todas las áreas protegidas del Paraguay.
OPADES inició como un programa de voluntariado en áreas protegidas para obtener extensión universitaria creado por un grupo de compañeros de la carrera de Ingeniería Ambiental que, además de conseguir la carga horaria exigida por la universidad, buscaban llevar a la práctica todo el conocimiento que poseían. Al término de sus carreras decidieron que el programa debía continuar por lo que se constituyeron en una organización legal bajo la denominación de Organización Paraguaya de Conservación y Desarrollo Sustentable.
El programa inicial consistía en ir hasta el Parque Nacional Ybycuí y brindar un apoyo logístico a los guardaparques durante las temporadas de alta concurrencia de turistas y visitantes. “Cuando empezamos en el 2013, el Parque Nacional de Ybycuí tenía un máximo de 5 guardaparques y recibía a más de 1.000 visitantes durante los fines de semanas. El problema no era solo la cantidad de guardaparques, sino también el comportamiento de los visitantes. En ese entonces era normal que llegaran al parque con sus conservadoras con bebidas, botellas de vidrios, parlantes y plásticos que dejaban en el lugar”, explicó Cristhian Fretes presidente interino de la organización.
En este contexto, detalla que cuando empezaron mucho del trabajo consistía en la limpieza de senderos y de las áreas de recreación. Al notar que el apoyo brindado por los voluntarios fue valioso para el lugar, realizaron una convocatoria anual para que estudiantes vivieran la misma experiencia. Si bien hoy la realidad es totalmente diferente -se ha logrado crear conciencia en cuanto a la disposición de residuos- los voluntarios continúan trabajando en el Parque Nacional, en los meses de enero y febrero.
“El trabajo no se enfoca solo en la limpieza y recolección de residuos sólidos, hacemos trabajos más técnicos, tales como monitoreo del agua, de la fauna, observación de aves y entre otras actividades que realizamos en conjunto con ingenieros y expertos”, detalló Cristhian. A su vez enfatizó en que cada voluntario que conforma el equipo anual recibe una capacitación previa, puesto que actualmente la convocatoria va dirigida a todo público, mayor de edad, que desee aprender o poner en práctica sus conocimientos en un ambiente natural.
Las actividades realizadas también comprenden la guía por senderos, la reactivación del centro de visitantes y el aprovechamiento de herramientas de educación ambiental para enriquecer el conocimiento de los turistas.
Áreas de Impacto. Además del Parque Nacional Ybycuí, la organización también trabajó en el monumento natural cerros Kôi y Chororî, donde se encargaron de diseñar e instalar señaléticas en las paradas del sendero existente. De esta forma contribuyeron a una mayor apreciación del entorno, a la interpretación ambiental y la valorización de los recursos naturales a través de descripciones disponibles para los visitantes.
También fueron adjudicados con un proyecto dentro de la Reserva de Recursos Manejados del Ybyturuzú, donde trabajarán durante 18 meses promoviendo el empoderamiento de los jóvenes de la zona de amortiguamiento de la reserva de tal manera que sean ellos mismo quienes lideren actividades ambientales, además de otras actividades para la conservación, manejo y aprovechamiento del lugar.
“En el Ybyturuzú ayudamos a construir dos senderos sostenibles, en alianza con la organización Alter Vida, nuestros voluntarios fueron los principales actores para crear o acondicionar senderos para la accesibilidad al lugar en base a criterios de sostenibilidad y con recursos para enriquecer el recorrido de la gente”, agregó.
Asimismo, mencionó que cada miembro de la organización siente pasión por trabajar en áreas protegidas por lo que esperan llegar a más lugares de todo el país. En cuanto al mecanismo de trabajo, aclaró que antes de activar realizan reuniones con los guardaparques y administradores de cada sitio y se ajustan a los manuales de gestión para determinar en qué indicadores pueden brindar una contribución provechosa. Puesto que hasta ahora han trabajado con tres áreas protegidas de diferentes categorías: parque nacional, reserva de recursos manejados y monumento nacional, se capacitan y preparan actividades de conservación acorde a las necesidades de cada categoría.
Propósito. OPADES apunta a generar una cultura de respeto por la naturaleza con la participación activa de la sociedad de tal manera que se pueda dar una gestión innovadora de los recursos naturales y culturales. Además, desea empoderar a jóvenes para que se conviertan en líderes que diseñan y ejecutan proyectos socioambientales para resolver problemáticas actuales y futuras. De allí la importancia de que los voluntarios visiten las áreas protegidas y vivan la realidad del día a día en estos sitios.
A la fecha han sido más de 550 voluntarios que, con un trabajo profesional y la responsabilidad que la tarea exige, vivieron esta experiencia y de alguna manera cambiaron su visión en cuanto a la valoración de estos sitios naturales. Anualmente son cerca de 150 voluntarios que contribuyen a la causa.
La propuesta de la organización también se centra en planificar proyectos de protección de recursos e incentivo turístico en lugares naturales para ser replicados en distintas áreas protegidas. Enmarcados en este objetivo, los voluntarios trabajan con las comunidades del entorno de cada área y están trabajando en un nuevo proyecto. Se llamará “Un día en mi parque”, que apunta a involucrar a todas las personas de la zona de amortiguamiento de las áreas protegidas, así como instituciones, comisiones y grupos para que conozcan y valoren lo que tienen cerca”, adelantó Cristhian.
Por último, indicó que como organización también realizan capacitaciones y asesoramientos, por lo que están abiertos a trabajar con empresas, organizaciones o instituciones educativas para seguir ampliando el impacto positivo para el medio ambiente. En cuanto a la convocatoria para este año, estará disponible a mediados del mes de noviembre, los interesados pueden conocer más detalles a través de sus redes sociales.
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