Guido R. Brítez Balzarini
Socio Gerente de Sunergos.
Muchos gerentes quieren saber qué hacer para que el colaborador se comprometa con los objetivos de la organización, y con sus tareas en particular, sin embargo, pocos se dan cuenta que la clave mayormente está en ellos mismos, no en los colaboradores.
El compromiso del colaborador es un subproducto natural de la participación que se le pudo haber permitido en la cuota de gestión que le corresponde. El compromiso es un reflejo de estar convencido de algo, o de las ideas de alguien. Es prácticamente imposible que alguien se comprometa con lo que no conoce o no entiende, por lo tanto, la respuesta a la pregunta inicial es dar participación para obtener compromiso, sin embargo, la participación puede ser vista por algunos gerentes como algo arriesgado, audaz y difícil de implementar. En realidad, el problema suele ser que el estilo de liderazgo de los gerentes no genera las ganas de comprometerse. Ese es el quid de la cuestión. Un gerente perspicaz pronto se da cuenta que la punta del ovillo está en su estilo de liderazgo.
La participación ocurre solo en ambientes laborales con un estilo de liderazgo participativo. Liderazgo es “la capacidad de influenciar en las personas”, y gerenciamiento es la habilidad de “trabajar a través de otros¨. El compromiso cae en el campo del liderazgo, no del gerenciamiento; cae en el campo de las cosas que en la vida no se consiguen con órdenes, sino con inspiración.
Para que exista compromiso, tiene que haber significado detrás de las tareas. La siguiente frase del Principito de Antoine De Saint-Exupéry explica muy bien la diferencia entre liderazgo y gerenciamiento:
Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo, inspira primero en la gente el gusto por el libre y ancho mar”
Buscar madera, cortar tablas y distribuir el trabajo cae en el campo del gerenciamiento, mientras que inspirar en la gente el gusto por el ancho mar, es liderazgo. Compromiso es algo que nace espontáneamente en la gente cuando se sienten bien con lo que están haciendo, y con el ambiente que les rodea, y eso está totalmente relacionado al estilo de liderazgo.
Los siguientes actos que el líder puede implementar tienen el potencial de generar el compromiso de los colaboradores:
1. Pedir ideas, consultarles
Por ejemplo, conocer sus pensamientos sobre cómo abordar un determinado tema o como creen que es mejor realizar algo. El pedido de ideas refleja que el líder tiene consideración hacia las ideas del colaborador, que las considera importantes, y además le ayuda al líder a conocer el potencial del colaborador.
2. Tener apertura, compartir ideas, hacerles conocer el “porqué” de la organización
Compartir con colaboradores lo que se quiere lograr en el futuro, y los valores que deben guiar ese tránsito hacia el futuro, pueden lograr la adhesión y el compromiso del colaborador.
3. Crear un ambiente de confianza
Ocurre con la congruencia entre lo que el líder dice y hace, y al hacerles notar que uno quiere lo mejor para ellos, que pueden mostrarse tal cual son y que el líder no les va a hacer ningún daño.
4. Creer en la capacidad de los colaboradores
Muchos jefes funcionan con la idea de desconfiar hasta que me demuestres lo contrario”, cuando es más justo confiar hasta que me demuestres lo contrario”. No es justo desconfiar de alguien que uno no conoce. Es mas justo “confiar hasta que tus acciones me revelen que no debo confiar”.
5. Darles oportunidades de progreso
Los colaboradores tienden a comprometerse y dar lo mejor de sí cuando ven que, a su vez, sus jefes quieren lo mejor para ellos y les brindan oportunidades de progreso en la organización.
En resumen, el compromiso no surge simplemente “viniendo a trabajar todos los días”, sino ejecutando tareas con significado y en un ambiente de confianza. Se puede decir que el compromiso es una retribución, o una contraprestación, que otorga el colaborador a las personas que ellos eligen. Para asegurar, lo mejor que puede hacer un gerente es ser el mejor líder que puede ser, y el resto vendrá por añadidura.