Fabrizio Opertti.
Gerente del Sector de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
¿Creerías si te dijera que uno de los videojuegos favoritos de tus hijos, una aclamada película que viste recientemente y una de las aplicaciones móviles más populares del mundo fueron creados o cocreados por empresas de América Latina y el Caribe (ALC)?
Globant, una compañía argentina de desarrollo de software, trabajó con Electronic Arts (EA) en la creación de la popular serie de videojuegos FIFA. Estudio C de Guatemala colaboró en la producción de la película animada Las crónicas de Narnia. Y una startup colombiana desarrolló la aplicación de entrega rápida Rappi, una unicornio valorada en US$ 3.500 millones.
Las startups y pequeñas y medianas empresas (pymes) de la región exportan con frecuencia servicios digitales como estos hacia los mercados de América del Norte, Europa y Asia. La exportación de servicios —también conocidos como tercerización de servicios globales— es una de las industrias más candentes, que se espera que crezca hasta en un 10% a nivel mundial en 2019.
Si bien en los últimos años las exportaciones de servicios de ALC hacia los mercados globales mostraron un crecimiento más acelerado que las de productos, las empresas latinoamericanas siguen estando rezagadas comparadas con las exportadoras de servicios de la India, China u otros países asiáticos. Asimismo, la participación de las exportaciones de servicios de ALC solo representa un 3,5 % de las exportaciones mundiales de servicios.
Oportunidades para exportar servicios. Existen grandes oportunidades para la exportación de servicios en:
  • La tercerización de procesos de negocios (BPO, por sus siglas en inglés), como los servicios financieros y de mercadotecnia.
  • La tercerización de servicios de tecnologías de la información (ITO, por sus siglas en inglés), que incluye el desarrollo de aplicaciones móviles y soluciones para el comercio electrónico.
  • La tercerización de procesos de conocimiento (KPO, por sus siglas en inglés), por la cual se ofrecen servicios como la producción y animación de videojuegos, o incluso la exportación de diseño arquitectónico y de ingeniería.
Los segmentos especialmente promisorios para ALC incluyen la realidad virtual y aumentada (RV/RA); la animación y los videojuegos; y redes sociales, móviles, analítica y la nube, conocido en inglés como SMAC. Se espera que el mercado latinoamericano de RV crezca a una tasa promedio anual cercana al 50% para 2022. Algunos proyectos innovadores incluyen Poder Volar, una aplicación inmersiva para el tratamiento de fobias, y la escuela de RV Inamika Interactive, que enseña de todo, desde reanimación pulmonar hasta clases de conducción de vehículos y seguridad minera.
Gracias a la proliferación de los dispositivos móviles, América Latina se ha convertido en líder de la industria de la animación y los videojuegos, con una expansión mayor a la de otras regiones del mundo, y con un crecimiento interanual de sus ingresos que llega al 60% en los juegos móviles (2014), comparado con el 21% registrado durante el mismo período en la región de Asia y el Pacífico.
Las empresas latinoamericanas también sirven como laboratorios de desarrollos informáticos a nivel mundial. En América Latina, la tasa de crecimiento de los servicios de TI triplica a la del PIB.
Las primeras etapas de la revolución digital estuvieron marcadas por la madurez alcanzada por tecnologías como la de blockchain y la inteligencia artificial (IA). Hoy, la tendencia en el comercio de servicios ya no está tan centrada en nuevas tecnologías sino en su interconectividad, así como el talento humano y la creatividad. Por ejemplo, el auge de los asistentes virtuales digitales es el resultado de la combinación de desarrollos en IA, aprendizaje profundo y computación en la nube.
Este nivel de sofisticación representa una ventaja inigualable para los actores más pequeños y las economías emergentes, ya que una mayor especialización, menores costos de traspaso y precios más transparentes abren nuevas oportunidades en las cadenas globales de valor. Por esta razón, las pymes que exportan servicios de manera exitosa deben tener visión de futuro y ser adaptables. Necesitan aceptar la disrupción como la nueva normalidad.
Cómo aprovechar la transformación digital. Si bien la región ha demostrado que tiene un gran potencial en segmentos clave de los servicios globales, la mayoría de los exportadores de servicios de ALC se ubican en segmentos de menor valor agregado, como los centros de procesamiento de datos y de atención telefónica (call centers), que corren el riesgo creciente de ser automatizados.
Para que la región logre una transición exitosa hacia una oferta de servicios digitales más complejos, necesita contar con apoyo en tres áreas críticas:
  • Agencias de promoción del comercio de inversión: Las investigaciones del BID demuestran que las agencias de promoción de exportaciones tienen un impacto significativo sobre las ventas externas de un país y que la promoción comercial favorece especialmente las exportaciones de productos más sofisticados. Asimismo, una encuesta realizada entre ejecutivos responsables de seleccionar los destinos de las inversiones extranjeras de sus empresas halló que el 65% de estas habían trabajado en estrecha colaboración con dichas agencias al decidir dónde localizar sus negocios.
  • Capacitación aplicada: La colaboración público-privada es necesaria para mantener actualizadas las aptitudes y competencias de la fuerza de trabajo. Ambas partes deben aportar para formar el capital humano empleable. Los emprendedores deben desarrollar los conocimientos y las herramientas necesarios para adaptarse a la nueva economía, capacitándose a través de cursos y talleres, así como involucrando a los clientes y/o los empleadores en el diseño del currículo. Desde el Sector de Integración y Comercio del BID, ofrecemos este tipo de capacitaciones y brindamos apoyo a través de ConnectAmericas.com, la primera red social para la internacionalización de las pymes en las Américas.
  • Contactos (networking): No hay mejor forma de entender cuáles son las demandas del mercado que reuniéndose, ya sea en persona o virtualmente, con los verdaderos compradores de los servicios globales.