Marcelo Berenstein
Valores. Todos hablamos de ellos, ya sean éticos, morales, humanos, espirituales, económicos, etc.,¿pero ¿cuánto de lo que hablamos practicamos?
Hace muchos años, en un viaje por la India, un líder espiritual me enseñó que el secreto para una vida feliz era mantener la coherencia entre los pensamientos, las palabras y las acciones. Una enseñanza certera, poderosa y sabia, sin dudas. La coherencia es un valor de todos pero que muy pocos utilizan.
En los negocios, ser incoherente es una mala inversión y, en consecuencia, las empresas y sus ejecutivos se esfuerzan por ser y parecer coherentes. Pero algo falla en el proceso porque cuesta, y mucho, encontrarla.
Desde el clásico “El cliente siempre tiene la razón” hasta el más moderno ” Vosestás primero”, las compañías nos endulzan los oídos tratando de convencernos que son capaces de perder plata con tal de vernos satisfechos. Sin embargo, detrás de cada gigante declaración de amor al cliente hay una letra chica escondida.
A nivel país sucede lo mismo. La ausencia de coherencia en todos los sectores de la sociedad es la base de la crisis.
Emprender permeando de valores como ética, moralidad, honestidad, transparencia, servicio, solidaridad, integridad, compromiso, conciencia ambiental e inclusión, entre otros es necesario si queremos construir empresas sólidas y hacer un aporte positivo a la recuperación de nuestra sociedad.
Si vas a emprender agregá una dosis mayor de coherencia a lo que hagas. Si tus pensamientos, palabras y acciones están alineados, tus probabilidades de éxito no sólo serán mayores; también serán prolongadas.