Cinco jóvenes paraguayos representan la mejor muestra del esfuerzo en pos de alcanzar los sueños en el deporte mundial. Detrás de ellos, diversas empresas contribuyen silenciosamente a forjar su camino al éxito.
Ellos integran la Élite Deportiva del Paraguay, son jóvenes que sueñan en grande y trabajan afanosamente para conquistar sus metas. Llevan en sus genes la pasión por la disciplina que han elegido y se destacan a nivel local e internacional. Hoy, todos apuntan hacia una misma dirección: clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y de París 2024.
Para apuntalar este anhelo, la Secretaría Nacional de Deportes ejecuta acciones que permiten a los 54 jóvenes integrantes de este selecto grupo -nominado por cada una de las federaciones a las que pertenecen- desarrollar de manera integral su preparación técnico-deportiva de cara a los eventos en el extranjero y en el plano local, costear los pasajes para sus diferentes competencias u otros gastos que pudieran surgir.
Al frente de esta iniciativa se encuentra todo un equipo de profesionales liderados por la máxima autoridad del ente rector del deporte nacional, la ministra Fátima Morales, y el director general de Deportes Rodrigo Medina, quienes aúnan esfuerzos para que el sello nacional esté presente en la mayoría de los certámenes deportivos y que, a fuerza de competitividad y talento sus representantes, estampen la impronta guaraní.
Fátima Morales. Ministra de la Secretaria Nacional de Deportes
Revista FOCO los entrevistó para analizar el escenario deportivo del país y realizar una radiografía que indique no solo los principales logros, sino también los puntos de inflexión que requieren de una mayor inversión en recursos, tiempo y capacitación.
Rodrigo Medina. Director general de Deportes.
La misión encomendada por la ministra es promover el deporte en todas sus expresiones en cada rincón del país”, sostiene Rodrigo quien apunta que se encuentran trabajando en un Plan Nacional de Desarrollo Deportivo que revierta el porcentaje elevado de inactividad física de la población y que, además, se constituya en un elemento para la recreación y la sana competencia. Pero no solo eso, sino también para utilizar al deporte como una herramienta que incentive la vida saludable, lejos de los vicios y que sirva de contención, por ejemplo, en situaciones de vulnerabilidad.
“Las actividades deportivas potencian el compañerismo y los valores, pues en un juego limpio los participantes deben ceñirse a las reglas”, refiere Rodrigo mientras grafica en la agenda sus prioridades, de acuerdo a lo encargado por la titular de la cartera. Allí se esbozan tres puntos esenciales: transparencia, institución pública, pero con sentido del sector privado y manejo pleno del entorno deportivo que involucra a las federaciones, departamentos, municipios, empresas, atletas, técnicos, padres, ciudadanía en general, miembros del Ejecutivo y Legislativo. Sobre el punto explica que para lograr el cometido solo es necesario entender que se deben al bienestar del pueblo y es pensando en él que tienen que ejecutarse las acciones.
Tejido empresarial. De la misma manera que nos gusta que hablen bien de lo que hacemos, de nuestros hijos y demás familiares, nos encanta que se refieran en términos positivos acerca de nuestro país, y sobre todo, que lo conozcan. En esta consigna las empresas cobran vital importancia ya que pueden contribuir no solo apoyando a los atletas, sino también desarrollando una comunicación efectiva sobre los talentos, virtudes y logros que han tenido a fin de sus historias sean inspiración para que cientos de niños, jóvenes y adultos se identifiquen con ellos, busquen sus sueños, encuentren lo que les apasiona y se dediquen a ellos con esfuerzo y dedicación.
¿Qué mejor ejemplo que el de un atleta profesional para adquirir los hábitos correctos para llegar al éxito? Si el uso de ejemplos es uno de los mejores métodos de enseñanza vendría bien emplearlo para calar en la mente de nuestra audiencia y hacer que los embajadores deportivos de nuestro país sientan el apoyo necesario que les motive a seguir llevando en alto la bandera paraguaya.