Ángelo Palacios
Twitter: @angelopalacios
La columna de hoy es para los lectores que están en la fase de poder ahorrar algo. Una de las primeras preguntas es: ¿En qué moneda? Sabemos que, aparte de las monedas mencionadas en el título, hay varias monedas en las cuales se puede también ahorrar: Euros, libras esterlinas, francos suizos y tantas más, pero hoy no vamos a complicarnos con eso.
La primera cosa que sí debemos saber es que todas las monedas más conocidas son pedazos de papel emitidos por organismos llamados bancos centrales que prometen que este papel (en tu mano o en una cuenta bancaria) servirá para mantener el valor de tus ahorros. Sin embargo, debemos saber también que estos papeles emitidos son como cualquier otra mercadería: Cuando hay mucho de algo, o más de lo que se necesita, pierde valor. Es lo que se conoce como inflación (se imprime más moneda de lo que la economía necesita).
Los casos más conocidos y preocupantes cerca de nosotros fueron las hiperinflaciones de Argentina y Venezuela. Así, la principal cosa que hay que asegurar al ahorrar es que la tasa de interés que te paguen por tu ahorro, en la moneda que sea, sea mayor que la inflación esperada de ese país. En otras palabras, que la inflación no te coma el valor de tus ahorros. Las monedas fuertes son generalmente de países con economías sólidas, pero principalmente de gobiernos con mucha disciplina en no gastar más de lo ganan, y con instituciones creíbles en el manejo de la moneda.
Recordá siempre que si ya ahorraste algo o vas a hacerlo, en el fondo estás ‘atesorando’ algo para el futuro. Así, este tesoro moderno puede ser una cuenta en un banco, financiera, cooperativa y vos esperás que tu tesoro tenga siempre el mismo valor, o que aumente de valor, que no se destruya, que no te roben, y que cuando lo quieras usar, ese tesoro siga siendo aceptado por la gente, por el hospital, por las agencias de viaje, o al momento de jubilarte.
Así, todos atesoramos en aquello que nos da confianza de que tendrá valor en el futuro. En este sentido, otra porción, para preservar valor, puedes empezar a ahorrar en inmuebles, mercaderías, participación en acciones en alguna empresa u otros activos que den confianza. Hoy día las casas de Bolsa locales e internacionales ya ofrecen muchas opciones desde montos razonables. Es cuestión de empezar a construir esta diversificación. El viejo dicho de poner los huevos en varias canastas también aplica al elegir monedas en que ahorrar: Un poco en cada una de estas 2 monedas ya es un gran paso, pero insisto, siempre asegurando que la tasa de interés que te paguen sea mayor a la inflación que se viene.
La ciencia económica ha generado muchos modelos para tratar de pronosticar el futuro del tipo de cambio, pero la verdad es que el futuro es siempre el futuro. El tipo de cambio puede cambiar mucho y es difícil de predecir, más aun ahora con las incertidumbres internacionales de China con EEUU, de las elecciones cercanas en Argentina y otros cambios regionales de conocimiento público.
A efectos de esta columna, si vos querés estar tranquilo y no correr riesgos con monedas, sencillamente diversificá. Desde mi punto de vista, no hay que complicar las cosas, diversificá tu patrimonio financiero al menos en estas dos monedas conocidas por nosotros en Paraguay.
Así, si el dólar llega a bajar de valor, los guaraníes que tenés te compensan y viceversa si el dólar sube. La clave es asegurar que la tasa de interés que te pagan por tu ahorro, en el instrumento elegido, sea mayor que la inflación esperada en esa moneda. Tan sencillo como eso. Y por supuesto, no es tema de hoy, pero sin dudas: Asegurate de elegir bien la entidad financiera o el instrumento en el cual vas a atesorar. Para seguir actualizados sigan siempre nuestra Revista Foco www.revistafoco.com.py, los dominicales del Diario La Nación www.lanacion.com.py, y el blog www.angelopalacios.com. Muchas gracias a los lectores que nos han contactado; gradualmente iremos incluyendo sus sugerencias de modo a ir fomentando juntos la cultura del ahorro y el conocimiento de cómo ir tomando un mayor control de nuestras finanzas.