Con 200 millones de cuentas de clientes y negocios en más de 160 países, el banco líder global se ha propuesto su meta más ambiciosa: ser el banco digital líder para que el cliente digital “consuma” de manera digital directa.
Cuando en tiempos pasados las personas veían un banco tenían en la mente una caja fuerte con gran cantidad de dinero guardado dentro y la seguridad se medía por la solidez de esa estructura metálica. Hoy, sin embargo, esa idea ha dejado de tener sentido ya que todo el sistema financiero y donde se guarda ese dinero se mueve de manera digital. El grosor de la caja escondida en el subsuelo de la bóveda con alarmas y guardias armados en la actualidad no refleja la seguridad del dinero, sino más bien sirven de inspiración para las películas de Hollywood, porque hoy día los controles son de ciberseguridad, ya que ahora la caja fuerte es digital.
Consciente de esta evolución, Citi no solo se mantiene a la vanguardia de la transformación digital, sino que se ha propuesto nuevas y ambiciosas metas, que son explicadas por el marroquí Driss Tensamani, director de Canales Digitales y Servicios de Banca Empresarial para Citi Latinoamérica.
Disertación. En ese ámbito, el experto fue parte de la jornada del “Public Sector Day” (Día del Sector Público) que se realizó el 24 de abril, por primera vez en Paraguay. Con el eslogan “Optimizando la gestión financiera del sector público”, los versados técnicos globales de Citi expusieron sobre digitalización, financiación e infraestructura financiera a representantes del sector público y otras entidades afines para presentar soluciones y alternativas innovadoras de la industria financiera global con la intención de fomentar la optimización y digitalización del segmento de instituciones públicas del país.
Germán Heberling, CCO de Citi en Paraguay, aclaró que el objetivo de la entidad bancaria era compartir su experiencia global y las mejores prácticas con representantes del sector público, promover un diálogo colaborativo y contribuir al desarrollo de infraestructuras financieras más sólidas y sostenibles, al tiempo que presentaban lo más nuevo en cuanto a transformación digital.
“El foco del Citi es la banca corporativa, pero en el espacio digital lo estamos viendo como un ecosistema. Vemos que si el consumidor final no bancarizado o las personas que están vía informal no participan de este flujo de punta a punta, no vamos a ir a la próxima etapa”, explica el marroquí.
Tecnología. También reflexiona y se pregunta porqué después de unos 30 años de electronificación de procesos en tecnología aún no se ha llegado a un cierto grado de adopción o conectar la “última milla” en todos los servicios financieros. Es decir, a pesar de que en Latinoamérica y en Paraguay se masificó el uso del celular inteligente y se lo utiliza como medio de comunicación o de tienda (ya no es un lujo), sin embargo, no se logra la “última milla”, que son los servicios financieros.
A continuación menciona las “fintech” (término compuesto por las palabras finance y technology) y realiza una autocrítica. Asegura que si a pesar de todo el avance tecnológico y la penetración de los smartphones no se logra una alta penetración bancaria es porque hoy los bancos no llegan a esa parte de la población o porque no son expertos en experiencias digitales.
Agrega que cualquier persona hoy baja una app en el celular y usa Facebook o Youtube y no necesita que alguien le muestre cómo utilizarla, sin embargo, una banca electrónica le resulta compleja.
“Les hablás de transferencias y no comprenden. Con la experiencia digital de las fintech, lo que se hace todos los días no debería ser diferente a los servicios bancarios. Creo que la disrupción va a venir de la banca retail y eso va a pasar cuando la regulación sea favorable”, asegura.
Regulación. Driss menciona los ejemplos de Colombia, Brasil, México, donde ya existen licencias bancarias de pagos para fintech. No son entidades reguladas para tomar depósitos, para tener cuentas o licencias bancarias, pero sí para intermediar el flujo de pago, dice, y explica que existe todo un “ecosistema” detrás que acepta ese valor para comprar servicios. Esa aplicación comienza a atraer a parte de la población bancarizada, sin embargo, la economía informal utiliza dinero efectivo.
“Si el gobierno tiene ese objetivo, si para las empresas y los bancos esto es un flujo más grande que no se accede y si tenemos a las fintech que saben cómo armar la experiencia digital, creo que eso es hacia donde necesitamos ir. Necesitamos una regulación adecuada, la aceptación de ese valor digital porque la adopción del celular ya es un hecho”, afirma.
Liderazgo mundial. Asegura que la ambición de Citi es ser el banco digital líder, lo que conlleva múltiples dimensiones. Es decir, cuando reciben una oferta, esta no es solo local, sino regional y global. “Queremos trabajar con empresas que nacen pequeñas, pero que después se regionalizan y van a nivel global. Estamos en 100 países y encima de eso queremos construir el banco digital”, adelanta Driss.
El banco digital no es la punta del iceberg, asegura, no es como si se entrara al banco y que todos los bancos tuvieran la aplicación móvil, el website. Lo que pretenden es que una vez que el cliente pase esa entrada de la banca digital consuma el servicio de manera digital directa. Eso significa que todos los procesos operativos deben ser digitales, así como todas la intervenciones manuales y análogas que tiene el banco.
“Lo hacemos por módulos. Por ejemplo, toda la parte de apertura de cuenta, de facturación, de manejar la identidad del cliente. Esos son módulos que hoy tienen muchos procesos manuales y muchas personas detrás que se debe digitar para que cuando el cliente entra por un canal digital siga consumiendo de una manera digital. Eso es lo que estamos haciendo como estrategia digital de ser un banco líder en ese espacio”, explica.
La primera estrategia sería trabajar con fintech, con los diferentes métodos de pago que existen, trabajar con el código QR, tener una interface que en el mercado pueda aceptar cualquier método de pago que pueda generarse desde un celular, llevar esa información al cliente corporativo. “Nuestros clientes corporativos venden, alguien les compra. No estamos en la parte de cómo paga el comprador, pero sí queremos tener la información de esos pagos que vienen de personas individuales en cualquier país”, afirma.
Como segunda estrategia, asegura el experto, deben conectar múltiples métodos de pagos a través de APIs, a través de lo que serían ERPs. Dentro de eso también engloba todo lo referente a la inteligencia artificial, blockchain, decloud, open banking, que se encuentran como propuesta de valor.
Antes de finalizar la nota, Driss comentó una anécdota personal de cuando iba a venir a Paraguay y él quería corroborar cómo se encontraba el país en cuanto al aspecto digital y tuvo una gran sorpresa con una noticia de diciembre, referente al “Tree Coin”.
“Es fascinante porque lo que hace esta empresa alemana a través de sus emprendedores es comprar un terreno en Paraguay, del tamaño de París. Ofrecen monedas llamadas Tree Coin que cualquier persona en todo el mundo puede comprar. Los coins son árboles de eucalipto que se plantan en Paraguay. Tienen una vida de 4 años y después se venden y el valor de lo que se compró es dividendo que puede recibir esa persona o incrementar el valor y comprar más. Es un modelo increíble. Este concepto hoy empujaría a otro tipo de modelo en el que se compra coins o moneda digital, pero detrás de eso hay algo formal, que son árboles y toda una economía detrás. Nunca lo vi en ningún otro lugar, parece que Paraguay es líder en eso”, relató.