Atender una de las problemáticas de alto impacto en el país y crear oportunidades de superación para jóvenes paraguayos fue la consigna que se trazó la organización Paraguay Apo.
La asociación sin fines de lucro Paraguay Apo nació y se constituyó legalmente en junio del 2013, de la mano de un grupo de personas que se propuso apoyar a jóvenes en situación de vulnerabilidad que, por falta de oportunidades, tuvieran dificultades para acceder a una educación terciaria.
“Profesionales y amigos brindaron sus conocimientos para plasmar esta idea en papeles y hacerla realidad, creando una corriente solidaria con aportes que hicieron posible el crecimiento de la asociación”, explicó Bruno Ostertag, director de la organización.
Seguidamente dijo que se apostó a la educación terciaria porque en Paraguay Apo están convencidos de que para muchos jóvenes, representará el paso que les brindará la posibilidad de alcanzar una mejor calidad de vida tanto a nivel personal como para su desenvolvimiento en su entorno.
Oportunidad de superación. El primer compromiso de Paraguay Apo fue con Adrián Caballero, un estudiante de Arquitectura que inició sus estudios de grado en agosto del 2013, luego se sumó Marcos Portillo interesado en la carrera de Administración de Empresas, quien actualmente se encuentra en el último tramo de su tesis. “Ellos fueron los dos beneficiarios con quienes durante tres años y medio se pudo ir identificando necesidades y evaluando resultados, para que actualmente la asociación tenga un mayor alcance y sea posible llegar a más jóvenes”, comentó Bruno.
A lo largo de estos 5 años de vida, la asociación ha dado su primer gran salto llegando a 15 beneficiarios, valorándose como un proyecto sustentable y de alto potencial de impacto en la sociedad, y, que además, está a poco de contar con el primer beneficiario profesional, que haya culminado la carrera gracias al acompañamiento de Paraguay Apo.
En cuanto a las historias de estos jóvenes, indica que cada una de las 15 historias es digna de ser contada ya que los protagonistas fueron escogidos por su tenacidad para perseguir sus ideales en condiciones adversas. Uno de los casos fue el de Marcos Portillo, quien empezó trabajando en una cooperativa como operario de limpieza y decidió estudiar Administración de Empresas en pos de la superación profesional.
“Se lo propuso y fue superando las limitaciones hasta ser contratado formalmente, hoy en día, tiene una carrera laboral formada, ama su trabajo y puede implementar todo lo aprendido en la facultad. Es el primer miembro de su familia que está a punto de tener un título universitario”, añadió el director.
Marcos Portillo, beneficiario.
El equipo que hace posible la formación académica de estos jóvenes está integrado por 10 personas que sueñan con un Paraguay mejor y con más oportunidades para la nuevas generaciones, estas personas articulan esfuerzos voluntariamente con distintos sectores de la sociedad para garantizar a los beneficiarios una formación integral y de calidad. También cuentan con el apoyo de dos psicólogas que brindan un acompañamiento permanente a los beneficiarios.
“El cambio profundo que una educación terciaria de calidad, apoyo psicológico y moral, además de un seguimiento constante de personas interesadas y de un grupo saludable es algo invaluable para nuestros beneficiarios, eso es lo que nos motiva a seguir creciendo y llegar a más jóvenes”, comenta.
Las convocatorias para escoger a los beneficiarios se lanzan vía redes sociales (Facebook e Instagram) a lo largo del año, para encontrar a jóvenes de escasos recursos con excelente historial académico y espíritu de superación.
Los requisitos para la postulación son: enviar una carta dirigida a la asociación vía correo electrónico hablando sobre su historia de vida explicando por qué se consideran merecedores de la oportunidad y asistir a las entrevistas de selección. “Buscamos jóvenes que estén imposibilitados de solventar sus estudios universitarios y que hayan culminado satisfactoriamente sus estudios secundarios, el segmento de edad al que apuntamos es entre 17 y 27 años de edad”, detalló Bruno.
En lo que refiere a los proyectos para este año, el gran desafío que tienen es poder llegar a más jóvenes a quienes puedan acompañar en el proceso de formación para que en un futuro lleguen a ser excelentes profesionales.
A futuro, Paraguay Apo tiene el objetivo de convertirse en una organización de referencia en el sector educativo, utilizando la experiencia y efectividad de sus métodos para ofrecer también al mercado laboral la posibilidad de formación profesional integral, para que de esa manera sus mismos empleados puedan convertirse en profesionales capaces e íntegros.
Por último cabe mencionar que Paraguay Apo depende de los socios aportantes, y hay numerosas maneras de ayudar. Una de ellas es a través de contribuciones mensuales, también cuentan con un sistema de padrinazgo a un beneficiario, en donde se aporta lo que corresponde a la inversión total de un año de formación, que será destinada a un joven.
Para empresas que busquen desarrollar sus programas de Responsabilidad Social, también están abiertos a colaborar. Hoy cuentan con una empresa del rubro de la salud aliada, que está fomentando y apoyando la formación de jóvenes estudiantes de carreras referentes a las Ciencias de la Salud, de quienes se espera que en un futuro próximo puedan convertirse en colaboradores de la empresa, creando así un círculo virtuoso.
“También contamos con una empresa del rubro inmobiliario que nos apoya económicamente y nos brinda asesoramiento desde su departamento de RRHH”, agregó el directivo.
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Facebook: Paraguay Apo
Instagram: @asoparaguayapo