Ángelo Palacios
Twitter: @angelopalacios
Son 4 razones y el orden en este artículo es aleatorio. Cada uno de estos poderosos motivos, tienen la suficiente importancia individual como para tumbar cualquier empresa en Paraguay y en cualquier parte del mundo.
1ra. Razón: Falta de Idoneidad y Honestidad. Empezando por sus dueños, directivos y plana gerencial. Dedicarse a un negocio en el cual uno no tiene las capacidades es garantía de fracaso. Suena casi ilógico decir esto, pero en casos aún más complejos tenemos a Directivos/Dueños que usan la empresa solo para sus fines personales. Igualmente, este concepto aplica a todas las líneas ejecutivas de la empresa, así, cuanto más estratégico sea el puesto en la compañía, tanto más delicado debe ser el proceso de contratación de la persona idónea para cuidar todo lo que estamos mencionando en este artículo. Este primer punto se resume en lo que se conoce como: Buen Gobierno Corporativo.
2da. Razón: Falta de Mercado y Margen. En otras palabras, debemos parar y replantear todo si no hay quien siga comprando lo que ofrecemos a un precio y cantidad que cubran nuestros costos y sigan dando ganancias. Existen muchas buenas ideas anteriores que desaparecen cuando ya no está el deseo de la gente de comprar nuestro producto o servicio, ya sea por mala calidad o mejor precio de competidores o porque han nacido nuevos productos sustitutos como lo dice M. Porter en sus clásicos libros de estrategia empresarial. Así, aunque suene muy básico, he visto en Paraguay tantas empresas que continúan vendiendo por debajo del costo y que aun ante las primeras señales no realizan los ajustes necesarios y persisten en sus errores estratégicos.
3ra. Razón: Falta de Gestión de Riesgos. Utilizando el proceso denominado EWRM (Gerenciamiento Amplio del Riesgo Empresarial, por sus siglas en inglés) se pueden identificar varios tipos de riesgos. No los mencionaré todos aquí y los interesados pueden encontrar fácilmente detalles en la red. Para esta columna mencionaré los que más fácilmente llevan a la quiebra a una empresa: (a) Riesgo de Crédito: Malas y millonarias cuentas a cobrar: Créditos concedidos en el afán de vender y vender rápido, (b) Riesgo de Reputación: Generalmente por el abuso en el poder, desatendiendo indebidamente a clientes, proveedores, accionistas y hasta competidores. Incluye riesgo de eventual mala calidad de un producto o una mala venta, los cuales al hacerse de conocimiento público pueden dañar gravemente los niveles de ventas y utilidades, (c) Riesgo Operacional: De no existir controles administrativos fuertes, pueden fácilmente ocurrir fraudes operativos y robos millonarios que pueden hacer tambalear a cualquier empresa, aunque todo lo demás esté bien, (d) Riesgo de Gestión del Cambio: En procesos de crecimiento fuerte, o reducciones o fusiones o adquisiciones, o cambios de sistemas, existe una tendencia local muy nuestra a avanzar sin una buena planificación previa. De verdad, muy alto el riesgo en todos estos casos.
4ta. Razón: Falta de Gestión Financiera. En algunas compañías, todo lo anterior está bien (tenemos que los dueños son idóneos y honrados, el mercado esta creciente y con buenos márgenes, los riesgos están todos controlados y con mitigantes), pero se han olvidado de financiar bien su empresa, a buenos plazos, a buenas tasas y con buen capital. Así, con poco control en costos, poca gestión de lo que se tiene y lo que se debe, en los plazos de cobranza y poco seguimiento a márgenes pueden hacer que esta empresa sea realmente un gigante con pies –financieros– de barro. Se debe tener un buen control financiero y una buena tesorería que esté siempre activa mirando para adelante en la búsqueda permanente de la mejor estructura financiera.
Cualquiera de estas razones, y en forma independiente, tiene la suficiente fortaleza como para hacer caer todo el edificio. Uno puede engañarse fácilmente si tiene 3, porque da una sensación de estabilidad en el trípode, pero una empresa necesita estas cuatro patas para no tumbarse. Las empresas exitosas que han perdurado a través del tiempo, simplemente no han tenido fallas graves en ninguno de estos puntos y ante una amenaza, han sabido reinventarse a tiempo. Y todo lo contrario, cuando algunas de estas falta, puedo garantizar que la compañía va rumbo a un próximo achicamiento o fusión, o adquisición o directamente su liquidación.