Carolina de Bestard
Directora Regional de Great Place to Work® para Bolivia, Paraguay y Uruguay.
¿Quiénes son y qué quieren en el mundo del trabajo?
Son aquellos jóvenes de entre 18 y 34 años, que hoy representan el 25% de la población mundial, y tienen características especiales que los distinguen de las generaciones anteriores. Internet, el móvil y las redes sociales son herramientas naturales e imprescindibles para ellos, como para los de generaciones anteriores lo eran el agua o la electricidad.
Como están ingresando en el mundo del trabajo, nos generan un montón de dudas en la forma de manejarlos, ya que muchas de las cosas que hemos aprendido sobre management y liderazgo con ellos no funcionan.
La primera pregunta que deberíamos hacernos es si ¿están nuestras empresas preparadas para ellos? O, ¿si están listas para asumir cambios culturales en forma radical?
En general la respuesta suele ser que no, porque seguimos sosteniendo las mismas políticas y reglas que nos dieron éxito en el pasado.
Tenemos que desechar todas las prácticas anteriores porque no son efectivas para esta generación. La forma de seleccionar, evaluar y capacitar, comunicar y remunerar cambiaron totalmente.
Por ejemplo, en los procesos de selección anteriormente el énfasis estaba dado en los conocimientos y experiencias que estén acordes al perfil del puesto, hoy sin embargo se selecciona en base a las actitudes, valores y propósitos comunes.
Las entrevistas y tests son reemplazados por pasantías de un día en la empresa para verles trabajar “in situ” y ahí recién seleccionarlos.
Otro cambio importante es que hoy son ellos los que eligen las empresas donde trabajar, a cambio de que ellas salgan a seleccionarlos.
Las evaluaciones de desempeño formales, semestrales o anuales quedaron para el olvido, ya que el 89% de los millenials quieren tener feedback regularmente por parte de sus superiores, al menos una vez por semana, y “face to face”.
Los salarios y beneficios de ser los factores que figuraban como prioridad a la hora de elegir o quedarse en un lugar de trabajo, hoy dieron paso a dos temas fundamentales: el salario emocional, complementado con un excelente ambiente de trabajo y la flexibilidad, considerado como el beneficio más requerido y valorado por esta generación.
Todas las empresas nos vemos obligadas a revisar y rediseñar nuestras viejas prácticas de gestión de personas, pero esto sólo podrá llevarse a cabo si entendemos que ya no se trata de adquirir nuevas herramientas, o sistemas, sino que este cambio implica deshacernos de una “vieja mentalidad” que nos dio éxito en el pasado, para dar lugar a una nueva forma de mirar el trabajo, a los colaboradores y por sobre todo estar abiertos y dispuestos a implementar cosas que nunca antes hicimos.