Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, también conocida como Gabriela Mistral, se convirtió en profesora a los 15 años y sucesivamente en profesora universitaria de lengua española, en ministra de Cultura y, por último, en diplomática. En 1914, ganó un premio literario chileno por los tres “Sonetos de la muerte”. Gabriela Mistral ganó el Premio Nobel de Literatura en 1945, fue la primera mujer latinoamericana en recibir este honor.
“El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde”.
“La educación es, tal vez, la forma más alta de buscar a Dios”.
“El amor a los niños enseña más caminos al que enseña la pedagogía”.
“Maestro, sé fervoroso. Para encender lámparas basta llevar fuego en el corazón”.
“Enseña con intención de hermosura, porque la hermosura es madre”.
“Enseñar siempre: en el patio y en la calle como en la sala de clase. Enseñar con la actitud, el gesto y la palabra”.
“Vivifica tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser”.
“Acuérdate de que tu oficio no es mercancía sino oficio divino”.