Marcelo Berenstein
La personalidad emprendedora se forja en la adversidad tomando el camino correcto en el tiempo apropiado. Es pura actitud
Conversando días pasados con un grupo de emprendedores, el tema recurrente era la carencia de recursos para emprender, un tema que nos toca a todos muy de cerca y que genera opiniones diversas.
La mía es que no existen, salvo excepciones, emprendedores que iniciaron con abundancia de recursos. Más bien todo lo contrario, ya que el espíritu emprendedor se genera en la necesidad de llenar esas carencias, sean económicas, profesionales, morales, sociales o espirituales. Y el desafío entrepreneur es convertir la ausencia en presencia de recursos y la carencia en abundancia.
Salir adelante con este desafío no es para cualquiera, pero es para todos. No es que me volví incoherente, sino que hablo de algo básico: Personalidad.
Personalidad para querer ser siempre mejores, salir adelante e ir siempre por más. Personalidad para trasmutar defectos e impedimentos en fortalezas y oportunidades.
Actitud
Hay cuento anónimo que me encanta porque grafica la actitud correcta para una personalidad emprendedora positiva:
Un psicólogo, en una sesión grupal, levantó un vaso de agua. Todo el mundo esperaba la típica pregunta: “¿Está medio lleno o medio vacío?” Sin embargo, preguntó:
¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos. El psicólogo respondió:
– “El peso absoluto no es importante. Depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema. Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, es siempre el mismo. Pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil de soportar se vuelve.”
Y continuó:
– “Las preocupaciones, los pensamientos negativos, los rencores y el resentimiento son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada, al pensar en ellos todo el día empiezan a doler, y por pensar en ellos toda la semana, acabarás sintiéndote paralizado, e incapaz de hacer nada.” ¡Acuérdate de soltar el vaso!
Emprender con la personalidad correcta es para todos, pero no cualquiera se anima. Mucho más cómodo es quedarse en la postura del lamento que esforzarse para brillar.
Y vos. ¿de qué lado estás?