El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzó un sondeo sobre cuáles deberían ser las prioridades para la transformación digital de un país, más de 2.300 usuarios de Twitter indicaron que la formación académica y técnica del capital humano es la prioridad número uno.
La digitalización de procesos comerciales, financieros e industriales también obliga a una transformación a nivel país que confluya con los avances tecnológicos y genere un ecosistema de optimización y desarrollo. Por esta razón, identificar los puntos más desafiantes y cómo enfrentarlos es fundamental para lograr este objetivo.
Entendiendo esto el BID recomienda cuatro aspectos de relevancia en desarrollo de una nación a través del aprovechamiento de la economía digital: La formación de capital humano, la inversión en infraestructura digital, implementación de reformas regulatorias y el apoyo a las startups digitales. Sometidos a un sondeo online, el primero de los puntos mencionados fue el más votado por la gente, con el 57% de los 2.362 votos.
Usuarios de la red social Twitter, destacaron que todo país que busque un proceso de transformación digital debe reforzar los aspectos de infraestructura y capacitación en nuevas competencias para lo que también debe existir políticas de innovación. Y es a partir de allí que se potencian startups y el comercio digital.
En este marco, en el informe “El imperativo de la transformación digital” el BID destaca que seguirles el ritmo a los rápidos cambios en las industrias digitales se está convirtiendo en un desafío incluso para las economías más avanzadas del mundo y que el valor del comercio mundial de información ha sobrepasado el de mercancías.
La actividad económica. El sistema pasó por un proceso de metamorfosis en el que el universo digital aumenta la capacidad de organización de las empresas codificando el conocimiento, lo que acelera el aprendizaje y genera grandes volúmenes de datos (Big data) que crean oportunidades sin precedentes para la comprensión de los fenómenos y la toma de decisiones tanto el sector de gobierno como el privado, según explica el informe.
Asimismo, la economía digital también facilita un mayor grado de personalización, con nuevas oportunidades para que los países en desarrollo exploten nichos emergentes, asistidos por las tecnologías del comercio electrónico.
Por último, también señala que la transición a una economía más innovadora requiere examinar más detenidamente cómo se ven afectados los mercados laborales y cómo pueden reaccionar al cambio técnico los sectores tradicionales.