Por: Martín Burt, PhD.
Director Ejecutivo de Fundación Paraguaya
Klaus Schwab, fundador de la Fundación Schwab –impulsora del Foro Económico Mundial- escribió que “la Cuarta Revolución Industrial es una realidad para millones de personas alrededor del mundo” y está creando nuevas oportunidades para todos. “Sin embargo, también crea una nueva divergencia y polarización dentro y entre las economías y las sociedades”. Esta divergencia y polarización se profundizan en la medida en que la brecha de competitividad es mayor entre los países y regiones.
Para aprovechar las oportunidades y disminuir la brecha, nuestra competitividad como país debe mejorar. El Índice de Competitividad Global 2018 nos ubica 95º entre 140 países en los que se realizó el estudio, es decir, estamos ubicados en la parte baja de la tabla. Solo podremos aprovechar las oportunidades que nos brinda la Cuarta Revolución Industrial si como país conocemos nuestras fortalezas y debilidades y nos enfocamos en mejorar las últimas. Información es poder, y este índice nos brinda muchas informaciones con las cuales pueden trabajar las empresas privadas, el gobierno y hasta el individuo para mejorar su capacidad de aprovechar las oportunidades de esta era.
El Informe evalúa la eficiencia del mercado, la economía y los recursos disponibles del país. Para el desarrollo del informe se realizó una Encuesta de Opinión Ejecutiva a altos ejecutivos o dueños de empresas locales de todas las áreas de la economía. La encuesta incluyó una amplia gama de aspectos para los cuales los datos duros son escasos o inexistentes. Abarcó 4 aspectos principales, 12 pilares y 98 indicadores que representan la situación de la competitividad económica y de mercado paraguayo. Cada indicador es puntuado en una escala de 0 a 100, indicando el grado de proximidad de una economía al estado ideal de competitividad. La puntuación media a nivel mundial es de 60 y Paraguay alcanzó un total de 53 puntos.
La investigación cubre indicadores básicos tales como estructura institucional, infraestructura del país, acceso a tecnología de la información y estabilidad macroeconómica. Igualmente analiza el capital humano (salud y educación), los mercados (de productos, laboral, sistema financiero y tamaño de mercado) y los factores de innovación (dinamismo empresarial y capacidad de innovación). El informe completo puede encontrarse en https://www.weforum.org/reports/the-global-competitveness-report-2018
En general, las economías con ingresos altos ocupan los 20 primeros lugares: EEUU, Singapur, Alemania, Suiza y Japón encabezan la tabla. Solamente 3 países de ingresos relativamente bajos se ubicaron en los 40 primeros lugares: Malasia, China y Tailandia. Entre los Latinoamericanos, Chile (70 puntos) es el mejor ubicado (lugar 33), seguido de Mexico (65 puntos, lugar 46) y Brasil (60 puntos, lugar 72). Nuestro país solo supera a Bolivia y Venezuela, entre los países sudamericanos.
Nuestras fortalezas como país son el mercado de productos (ubicación 68º en la encuesta), la estabilidad macroeconómica (71º) y el sistema financiero (72º). Nuestra capacidad de innovar (111º), las instituciones del país (112º) y el dinamismo empresarial (115º) son nuestros aspectos más débiles. En general estamos por debajo del promedio de la región (Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia). Nos destacamos en estabilidad macroeconómica, mercado de productos y mercado laboral, donde estamos ligeramente sobre la media. Sin embargo, nos falta mejorar en cuanto a la institucionalidad, adopción de Tecnologías de la Información, tamaño del mercado, capacidad de innovación y dinamismo empresarial, ya que son componentes donde estamos muy por debajo del promedio regional.
El Foro Económico Mundial es la entidad que lleva adelante cada año esta investigación, y la Fundación Paraguaya es el instituto asociado que contribuyó este año a la elaboración del índice. Otros institutos asociados al Foro Económico Mundial para este propósito en Latinoamérica son prestigiosas universidades como el INCAE, que desarrolla la encuesta en Costa Rica, Nicaragua, Panamá y otros 4 países, la Universidad Adolfo Ibáñez que lo hace en Chile, la escuela de negocios IAE de la Universidad Austral en Argentina y la Fundación Dom Cabral, en Brasil.
Para elaborar el Índice se encuestó a mas de 100 propietarios y altos gerentes de empresas del país. La selección de los encuestados se efectuó bajo criterios de ubicación geográfica, rubro, sector y tamaño de la empresa, y la misma se realizó en un tiempo aproximado de tres meses.
Los resultados del índice no son nada alentadores para nuestro país, especialmente si entendemos que el índice es un ranking que miran inversionistas para elegir donde trabajar. Significa que al verlo, un inversionista encontrará 94 mejores lugares para invertir. O si es en Sudamérica, encontrará 7 países mejores para invertir. Si repasamos los indicadores encontraremos áreas que le corresponde al Gobierno mejorar. Pero también necesitamos mejorar en capacidad de innovación y dinamismo empresarial, donde la empresa privada juega un papel preponderante. Tener un país competitivo es tarea de todos.